miércoles, febrero 26, 2014

El cine de Leonardo Favio.

Por: Germán A. Ossa E.


Fuad Jorge Jury, más conocido por su apelativo artístico como Leonardo Favio (Las Catitas, Mendoza, 28 de mayo de 1938 - Buenos Aires, 5 de noviembre de 2012), fue un productor y director cinematográfico, guionista, compositor, cantante y actor argentino.


Con sus películas ganó premios nacionales e internacionales, considerándosele un director de culto, exitoso y respetado. Sus películas “Crónica de un niño solo” y “El romance del Aniceto y la Francisca”,  han sido consideradas entre las mejores de la historia del cine argentino. En el año 2000, el Museo Nacional de Cine Argentino realizó una encuesta entre cien críticos, historiadores e investigadores de cine de todo el país. La consigna era «Cuáles son los 100 mejores films del cine sonoro argentino», dando como resultado “Crónica de un niño solo” el mejor film (con más del 75 % de los votos). En 1998 la revista Tres Puntos (Argentina), hizo una encuesta a cien personalidades del ambiente cinematográfico (desde directores y actores hasta reflectoristas y escenógrafos) con la consigna «Elija las cinco mejores películas argentinas de la historia y el mejor director cinematográfico». La película ganadora resultó ser “El Romance del Aniceto y la Francisca” y Leonardo Favio, el elegido como mejor director, ambas distinciones por amplia mayoría. En 2001 recibió el Diploma al Mérito de los Premios Konex como uno de los 5 mejores Directores de Cine de la década en Argentina.


Como cantante fue uno de los precursores de la balada romántica latinoamericana en las décadas de 1960 y 1970, alcanzando el éxito en toda América Latina. Entre sus canciones más populares se encuentran “Fuiste mía un verano”, “Ella ya me olvidó”, “Quiero aprender de memoria”, “Mi tristeza es mía y nada más”, “Para saber cómo es la soledad” (de Luis Alberto Spinetta) y “Chiquillada” (de José Carbajal). Sus canciones han sido versionadas en más de catorce idiomas.


Una parte sustancial de la vida de Leonardo Favio se relaciona con su adhesión y militancia en el peronismo. Resultado de ello es su película “Perón, sinfonía del sentimiento” (de 1999), un documental con una duración de 6 horas.


“Gatica, el Mono”, la cinta que veremos esta semana (próximo miércoles), en el marco de los talleres de Apreciación Cinematográfica del Instituto de Cultura en el teatrino del “Santiago Londoño”, reconstruye la vida y la carrera pugilística de Gatica, un boxeador famoso argentino, sus años dorados (pese a que nunca ganaría un título), su acercamiento al presidente Perón, el comienzo de su caída con el derrocamiento del peronismo y su muerte. En paralelo a las victorias sobre el ring, se muestra al hombre detrás del boxeador, logrando un retrato de un hombre patético en su ascenso hacia la fama y posterior caída, conflictivo en su vida personal, resentido por las carencias sufridas.


Un homenaje a ese artista que fue muy nuestro y fue excelente realizador cinematográfico.

domingo, febrero 23, 2014

Garage Olimpo.

Por: Germán A. Ossa E.
Esta película argentina, tenaz, dura e inteligente, tiene el valor de contar aquella historia que dejó profunda huella en la memoria colectiva no solo de los habitantes de este país sureño que vivió en carne propia una cruda dictadura en una época reciente, sino de los latinoamericanos todos, que fuimos y seremos solidarios con ellos. Su soporte conceptual se basa en la vida experimentada por los jóvenes de entonces que no pensaban en un mundial de fútbol, sino en los verdugos que les secuestrabas, les torturabas y asesinabas de la forma más cobarde y horrible que se pueda imaginar. Los culpables siguen impunes y esta película servirá al menos para que nadie olvide el horror.


Con un estilo seco y áspero, pero sin caer en la trampa del falso documental, Marco Bechis nos propone un viaje al horror de la dictadura argentina. Una historia de dolor y humillación protagonizada por un verdugo y su víctima que, según avanza, se hace dolorosa y hasta insoportable. De vez en cuando sobran las palabras medidas y las expresiones suaves.  El director no se amilana al denunciar un período tan aciago de la reciente historia de su país, al contrario que los políticos cobardes que silenciaron el hecho o los que promulgaron leyes timoratas que enterraron el recuerdo de los miles de asesinados y desaparecidos. En Argentina, como en Chile o como en España, hace falta valor para decir qué pasó. Lo ha de contar quien lo conoció. Lo ha de relatar quien lo ha vivido y sufrido. No nos toca a nosotros juzgar, pues el tiempo ha sentenciado, pero al menos nos queda apelar a la memoria para que revoque esa injusta vuelta de hoja.


Son muchos los detalles de genialidad que se desprenden de "Garage Olimpo", haciendo que este film sea tan eficaz como denuncia, como lo es como intriga. Utilizando las herramientas del ingenio (los “flash-backs” o vuelta atrás, las “elipsis” o sugerencias tácitas, etc.), más que las que proporciona el ajustado presupuesto y filmando imágenes que oscilan entre el verismo (los paseos urbanos del protagonista) y el simbolismo (los planos aéreos que invocan tanto el final del film como la visión aséptica que desde las alturas y la distancia se tiene de la tragedia), Bechis el realizador y su equipo, han conseguido una magistral película.


Afortunadamente el cine no es sólo entretenimiento. A veces funciona como una lanza luminosa, su metraje es un látigo fustigando la injusticia donde fotogramas (cada una de las imágenes) llenos de verdad y dolor, restriegan  los ojos del espectador. Nadie debería quedar impasible tras la visión de "Garage Olimpo". No se puede uno encontrar de frente con la atrocidad y dejarla pasar de lado. Si ellos lucharon, nosotros tenemos que testimoniar su lucha. Ver esta película nos recuerda lo brutal que puede llegar a ser el hombre. Ver esta película nos ayuda a no olvidar.


Esta cinta es una prueba del valor que tiene el cine para impedir que la historia se pierda del mapa. Es una película que deja huella, tan profunda, que es imposible de borrar, así uno se antoje de cambiar la hoja, deleitando los ojos con otras películas invadidas de comedia o de romances de mil colores.


El miércoles próximo, la veremos los amantes del cine que lo estudiamos, lo queremos y lo respetamos, allá en la sala alterna del “Santiago Londoño”, en Pereira.     

lunes, febrero 17, 2014

Ciudad delirio.

Por: Germán A. Ossa E, Geross.

Gracias a los apoyos oficiales (Ministerio de Cultura y Santos), Colombia se ha metido en el territorio de la industria cinematográfica con fuerza. “Ciudad delirio”, la de la salsa, la de Cali, la de “Delirio”, otra historia de amor y no de mafia, ya está lista, y la podremos ver muy pronto; unos en Cartagena, en pleno Festival de Cine y otros, los demás, un mes después, en muchas salas de cine de nuestro país. 

Será la película inaugural de la edición 54 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, pues fue la película ganadora de estímulos en las convocatorias 2013 del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico FDC y del Programa Ibermedia. El boletín del Ministerio de Cultura informa que «Cartagena va a tener la primera proyección pública de “Ciudad Delirio”, y creo que es el mejor escaparate imaginado. La primera vez que compartes una película con el público es un momento muy especial y estoy muy feliz de que sea en el Festival de Cine de Cartagena de Indias»;  afirmó Chus Gutiérrez, directora de la cinta, al conocer la elección del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias. El FICCI escogió su nuevo trabajo cinematográfico para ser la película inaugural de este importante certamen.

Esta historia de amor entre Angie y Javier, interpretados por la colombiana Carolina Ramírez (“La Hija del Mariachi” – “La Pola”) y por el español Julián Villagrán (Grupo 7, 2012), tendrá su premier mundial el 13 de marzo, fecha en la que se dará inició a la edición 54 del FICCI. Esta comedia romántica buscará cautivar por primera vez, a cada uno los críticos, periodistas, invitados y asistentes que año tras año se dan cita en la ciudad amurallada.

La comedia romántica que se desarrolla en la capital de la salsa, Cali, es producida por 64-A Films en cabeza de Diego F. Ramírez y Nancy Fernández, quienes también se sienten muy honrados de hacer parte del festival: «Que “Ciudad Delirio”, una película auténtica, que muestra esa Cali amable y alegre, logre ser elegida como apertura del Festival más importante de Latinoamérica, es para nosotros un honor muy grande, pues de los 365 días del año, esa noche es precisamente la más mágica para el cine colombiano. Es un reconocimiento no solo a quienes hicimos la película, sino también a una ciudad que le ha apostado desde hace mucho tiempo al cine», aseguró Ramírez.

Junto a 64-A Films se encuentra la empresa española Film Fatal, de la Productora Elena Manrique (“El laberinto del fauno”, “El orfanato”, “Celda 211”). Ella y Chus fueron las encargadas de crear esta historia, al sentir la importancia del ritmo más ardiente en la cultura de la ciudad, que refleja a Cali como realmente es: una ciudad  que no conoce la tristeza y que delira con ese ritmo que se mete por las venas: la salsa.

Y para que este espectáculo alrededor de la salsa fuera excelente, Ciudad delirio cuenta en la dirección de fotografía con Diego Jiménez, ganador del premio a Mejor Fotografía en la Competencia Internacional Dramática del Festival de Sundance por “Todos tus muertos” de Carlos Moreno; en la dirección de arte está Juan Carlos Acevedo (“Del amor y otros demonios”, de Hilda Hidalgo); en el montaje, el español Ignacio Ruiz Capillas, montajista de “Los girasoles ciegos” de José Luis Cuerda y ganador del Goya por su trabajo en “Los otros”, de Alejandro Amenábar.

Es pues, una creación que nos brinda una nueva esperanza visual, agradable, posiblemente sorprendente. Ojalá sea cierto tanto atractivo.


Amanecerá y veremos.

sábado, febrero 08, 2014

Encuentros nacionales de críticos de cine de Pereira: una respuesta.

Para los que nos preguntan con insistencia sobre este evento, va esta respuesta.

Los Encuentros Nacionales de Críticos de Cine de Pereira convocan, año tras año, a los más importantes estudiosos del cine del país e invita a algunos internacionales, para que compartan de manera gratuita su sabiduría con los asistentes y seguidores del fenómeno cinematográfico tanto de la capital risaraldense como de las demás ciudades del país que se interesan por el cine.

Se programan conferencias, talleres, presentación de publicaciones, proyección de películas, talleres de realización cinematográfica, presentación de otros festivales (pertenecientes a la ANAFE). Concurso de cortometrajes del Eje Cafetero y publicación de un libro con sus memorias. Presentación de cine colombiano y homenaje a cineastas locales y nacionales. Entre sus objetivos están los siguientes:
  • Elevar el nivel de la crítica  de quienes la ejercen, pues deben prepararse para presentar sus ponencias e investigaciones y confrontar sus ideas con los demás participantes. 
  • Elevar la capacidad de análisis del fenómeno cinematográfico de quienes se interesan y asisten al evento.
  • Elevar el nivel crítico y de apreciación cinematográfica de los pereiranos y su zona de influencia que vienen al Encuentro.
  • Estimular a los realizadores regionales.
  • Dar a conocer las publicaciones nuevas que se producen en el mundo audiovisual. 
  • Enseñar a ver cine; es decir, formar públicos. 
  • Dar a conocer un cine que no es muy comercial y es de difícil distribución comercial. 
  • El Encuentro cada año tiene un eje temático determinado. 
  • Dar a conocer a nuestra ciudad y posicionarla como la capital de la crítica del cine del país.
  • En últimas, romper esta rutina materialista, colocar el alma a la orilla por unos días, reflexionar sobre el asombro de la vida y de la muerte, tener pretexto para la poesía y para volver a saludar y abrazar  a aquellos con quienes compartimos esta pasión.

Cada año aparecen nuevas ideas y el Encuentro se enriquece con nuevas actividades. Se presentan nuevas publicaciones. Muchos investigadores desean hacer parte de los invitados.

El Encuentro de Críticos de Cine de Pereira es tenido en cuenta para participar en algunos festivales, a los que se nos convoca como ponentes en diferentes escenarios de lo audiovisual. Este Encuentro ha promovido talleres de crítica de cine en otras ciudades y poblaciones de Colombia gracias a nuestro encuentro, país que es de los pocos que tienen un evento anual de esta categoría.


Los habituales asistentes a los Encuentros Nacionales de Críticos y Periodistas de Cine de Pereira son estudiantes de secundaria y universitarios y además, personas adultas con algún interés intelectual; también, ciudadanos curiosos tocados por la magia del cine, quienes, cuando nos reencontramos, renovamos este culto por la palabra, por la imagen, por la amistosa cercanía humana que provocan.

domingo, febrero 02, 2014

Mi tío Jacinto: en el taller de apreciación cinematográfica.

Por: Germán A. Ossa E.

Este miércoles venidero, a las seis y treinta de la noche, en la sala alterna del teatro Santiago Londoño de Pereira, empezaremos los talleres de apreciación cinematográfica del Instituto de Cultura de Pereira. Una pequeña muestra de cine iberolatinoamericano de todos los tiempos será el pretexto audiovisual que tendremos para ver, durante estas primeras cuatro sesiones, la manera tan amplia, generosa, pícara, inteligente, poética y política, como nuestros cineastas han abordado la realidad con imágenes realmente conmovedoras, estremecedoras y puras.

La primera de la serie, «Mi tío Jacinto», de Ladislao Vajda (El Cebo y la mundialmente famosa Marcelino Pan y Vino), cuenta esta historia: Jacinto (Antonio Vico) es un maduro novillero retirado e inmerso en la indigencia junto a su sobrino huérfano (Pablito Calvo). La ilusión de Jacinto siempre fue convertirse en un torero laureado. Este ensueño podría convertirse en realidad tras recibir una carta en la que se le comunica que ha sido contratado para torear en una comedia taurina de segunda categoría. En un principio y por dignidad se niega a acudir, pero posteriormente y debido a la escasez de medios, acordará su participación.

Obra maestra del cine español, magnífica en la exposición sin ambages de la cruda realidad española desde una postura tierna y agridulce, con rasgos picarescos y neorrealistas.

La cinta fue galardonada en el Festival de Cine de Berlín, y fue también la mejor película en la que ha aparecido el niño prodigio Pablito Calvo y una de las mejores de ese notorio director que es Ladislao Vajda.

Las desventuras que sufren el niño y su tío para conseguir el dinero del alquiler del traje de luces sirven a Vajda para reflejar la miseria de la España de la época, una penuria que provocaba el afloramiento de estafadores y timadores, quienes agudizando el ingenio intentaban con sacarse unas pesetas para procurar subsistir en un contexto marcado por la picaresca, la necesidad y la carencia.

La película, con influencia neorrealista (la búsqueda del medio de trabajo por parte de la pareja puede traer a la memoria a la bella cinta «Ladrón de bicicletas», está expuesta con un tono lírico y melancólico y narrada con sensibilidad en el encadenado de situaciones pícaras y aspectos costumbristas de personajes y ambientes del Madrid de los años 50.
Antonio Vico y Pablito Calvo están soberbios y los personajes secundarios, entre los que se encuentra un joven Gila, son orquestados de forma admirable por la sabia batuta del realizador Vajda.

Insistimos, el cine puede ser hecho con poco presupuesto, pero si es inteligente y digno, pasa a la historia, deja huella, recrea. 

Todos están invitados.

El cine colombiano que me gustaría ver.

Por: Germán A. Ossa E.

Hace uno un balance de las películas que en nuestro país se pusieron en cartelera el año pasado, (y si se quiere muchos años atrás) y se encuentra con un resultado altamente triste.

Los encargados de la fabricación en serie de las cintas, es decir, Caracol televisión (que es cine) y RCN televisión (que es cine), que por su condición de productores, es decir, de inversionistas que le apuntan solo a no perder dinero, no se preocupan sino por lo que pueda traducirse en ganancia económica y no, en puestas en escena que dignifiquen, planteen de alguna manera crecimiento intelectual, alimenten el alma de los colombianos, diviertan de verdad y sanamente, lo que a decir verdad es muy triste.

El esfuerzo que ha hecho la Dirección de Cinematografía, el Ministerio de Cultura, el Fondo Mixto de Cinematografía, se pierde en la inmensidad, pues son muy pocas las películas que cumplan con esos requisitos apuntados arriba. Es decir, mucha, pero mucha plata, se ha dilapidado con ese estruendoso cuento de que la cinematografía colombiana ha despegado enormemente y ya se hacen muchas películas en este hermoso y robado país y que nos hace poner orgullosos ante los demás habitantes de este continente que vive del sueño.

¿Dónde carajos está la poesía? ¿En qué lugar están los cineastas que han leído a García Márquez? ¿Quién o quiénes se atreverán a demostrar que no es necesario hacer historias de putas, narcotraficantes, mulas, sicarios y pícaros de todos los tamaños y colores, para contar otras historias que nos hagan ir obligatoriamente a los centros comerciales para ver cine colombiano?. ¿Cuándo será que Don Dago García dejará que un buen cineasta nos regale de Niño Dios una seria, inteligente y buena película un 25 de diciembre que ya tiene escriturado?. ¿Cómo es posible que Venezuela, Chile, Ecuador, Perú y hasta Bolivia, tengan mejores películas que las nuestras que cuentan con tan buenos presupuestos?. Eso sin mencionar obviamente a Brasil, Argentina, Cuba y México, porque no deseo herir susceptibilidades...

Y finalmente, ¿cuándo será que una cinta nuestra, estará en la lista de las nominadas a Mejor Película extranjera en esa ceremonia que entrega un muñeco amarillo llamado Oscar?


Mejor dicho, volvámonos serios.