Siempre voy al Encuentro Nacional de
Críticos y Periodistas de Cine que se lleva a cabo en el marco de las fiestas
de la cosecha de nuestra ciudad. Uno de los eventos emblemáticos. Mi pasión por
el cine es infinita y mi fervor hacia las buenas películas, es eterno. Este
encuentro, esta cita, este aquelarre semiótico, es a decir verdad, una
experiencia fantástica, única. Ahora en esta vigésima versión, nos enteramos
que es el único acontecimiento cultural que se realiza en Colombia alrededor de
la crítica de cine y de los pocos que se suceden en Latinoamérica.
Tuvimos oportunidad de escuchar de
los labios del crítico venezolano Alfonso Molina, una disertación impecable
sobre la crítica de cine de su país y nos gustó mucho saber que este
intelectual le solicitó a los críticos colombianos, pertenecer a la Asociación
Colombiana de Críticos de Cine, si se creaba en este encuentro, lo que parece,
fue un hecho. Las dos cosas, el crítico será miembro de la Junta Directiva de
la asociación y esta tuvo una feliz aprobación por parte de todos sus participantes.
La realizadora de cine documental
argentina, María Amelia Dinova Castro, nos dejó ver su sensible trabajo
cinematográfico "Día de la Memoria" (24 de marzo de 2006), el que denuncia la
fecha de los torturados y desaparecidos por la Junta Militar argentina sobre un
trasfondo musical en la voz del revolucionario León Gieco; el cubano Luciano
Castillo nos regaló una extraordinaria conferencia sobre el Cine que sí se hizo
en Cuba, con textos de nuestro Nobel de Literatura Gabriel García Márquez y el
caricaturista, dibujante, pintor, actor y cineasta ecuatoriano residenciado en
los Estados Unidos, Enrique Pilozo, nos dejó ver sus fabulosos cortometrajes de
ficción y animación y su interesante largo "Los Dibujantes", en el que entrevista
en sus estudios y talleres, a más de cincuenta ilustradores de Uruguay,
Argentina, Colombia, Cuba, México, Brasil, Ecuador y España.
Los demás invitados, más de veinte,
nos encantaron con sus historias, sus descubrimientos, sus análisis, sus
estudios y sus profundas opiniones, sobre el cine y la literatura, temas
amplios que en sus voces, se tradujeron en una ensoñadora experiencia y cátedra
fundamental para la formación de nuestros análisis posteriores.
Como siempre, quiero dar las gracias
a Geross (Germán Ossa) mi amigo por su esfuerzo y tenacidad, por su dedicación,
por su disciplina y sobretodo, por persistir en la tarea de enseñarnos a ver
cine, a querer el arte del siglo veinte, por mostrarnos cines diferentes y
regalarnos sus conocimientos que lo hace sin esperar nada a cambio.
Gracias le doy a las personas e
instituciones que lo apoyan en esta lucha y que ojalá, para los años venideros,
no se torne en esa angustia que le sentimos experimentar cuando van llegando
estas fechas, que debieran ser de puro relax.
Qué viva el buen cine y sobretodo, la
literatura que surge del mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario