Por: Germán A. Ossa E., Geross.
Leonardo Wilhelm DiCaprio (Los Ángeles, California; 11 de
noviembre de 1974) es un actor y productor de cine estadounidense.
Ha recibido numerosos premios, entre ellos tres Globos de Oro
al mejor actor en drama por su actuación en El aviador, en 2005, y El
renacido, en 2016, y un Globo de Oro al mejor actor en comedia o musical
por El lobo de Wall Street, en 2014.
Adicionalmente, ha ganado el premio Oso de Plata en Berlín, uno de los más
importantes festivales de cine del mundo.
Comenzó su carrera apareciendo en comerciales de televisión
antes de actuar en roles recurrentes en series de televisión como en Santa
Bárbara y Los problemas crecen a principios de los años 1990. Hizo su debut
fílmico en la comedia de ciencia ficción y terror Critters en 1991 y recibió
elogios de la crítica por su actuación en This
Boy's Life, en 1993. DiCaprio obtuvo reconocimiento por sus trabajos posteriores
en papeles como en ¿A quién ama Gilbert
Grape? (1993) y Marvin's Room
(1996), así como en papeles principales en The
Basketball Diaries (1995) y Romeo +
Julieta (1996), antes de alcanzar la fama mundial por la película Titanic de James Cameron de 1997.
Desde el año 2000, DiCaprio ha sido nominado a varios premios
por su trabajo en películas como Atrápame
si puedes (2002), Gangs of New York
(2002), El aviador (2004), Diamante de sangre (2006), The Departed (2006), Revolutionary Road (2008), Django Unchained (2012) y El lobo de Wall Street (2013). Sus
películas Shutter Island (2010) e Inception (2010) se encuentran entre
los mayores éxitos comerciales de su carrera. Además es dueño de una compañía
que financia películas llamada Appian Way Productions, cuyas producciones
incluyen las películas Gardener of Eden
(2007) y Orphan (2009). Ecologista
comprometido, DiCaprio ha recibido elogios de los grupos ambientalistas por su
activismo.
Martin Scorsese, el realizador de cine que tanto admiramos por
ser el hacedor de muchas bellas cintas, no descarta la posibilidad de que este
muchacho de 41 años se lleve a casa este año el Oscar de la Academia por su papel en una cinta dirigida por un
latino (Alejandro González Iñárritu), hecho que nos incomoda un poco,
sencillamente porque Scorsese debió haber sido hace rato, el gestor de dicha
estatuilla, toda vez que lo talló, lo moldeó, lo construyó y finalmente, se
puede decir, lo hizo inmenso, para
cualquier papel en la pantalla grande.
No es un actor atractivo solo por su elegante pinta, es un gran actor que tiene
carácter, que se entrega realmente, que se convierte en el personaje que se
inventan para ser representado. Sencillamente, se lo merece este año que El
hijo de Saúl (Es mejor no mirar) la húngara, la ópera prima de Laszló Nemes,
se va a llevar para ira de muchos colombianos y para su casa, el Óscar a la
mejor película hablada en un idioma diferente al inglés, el cual pondrá en
la misma repisa donde puso la Palma de
Oro y el Fipresci que le otorgaron en Cannes.
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