Por: Germán A. Ossa E., Geross.
Respeto cien por ciento esta fortísima nota, la que quiero
compartir (y fusilar por lo precisa) con mis lectores habituales, y sobretodo,
con quienes tienen los pies en el suelo.
En un año en el que dos películas, El renacido y Mad Max, se
destacaron por encima del resto de seleccionadas, predecir será bastante fácil.
Aunque el rumor de las últimas horas ha sido el repunte de Eddie Redmayne en
las apuestas, debido a la tendencia que tiene la Academia a dejarse impresionar
por los papeles de discapacitados, judíos en campos de concentración y minorías
sexuales, Leonardo DiCaprio parece imbatible por el Oscar y el premio a la
mejor película será para El Renacido.
Esta edición será especial para Colombia. La histórica nominación
a El abrazo de la serpiente, hará que la ceremonia de premiación se vea en
Colombia como si fuera la final de un Mundial de fútbol, con jugadores portando
nuestra tricolor. Las posibilidades de que la cinta de Ciro Guerra gane son
remotas, pues por delante de ella están la turca-francesa Mustang y la húngara
El hijo de Saúl.
Nuestras predicciones este año, son las siguientes:
Mejor Película: El renacido. El ataque inicial al campamento
de los recolectores de pieles por parte de los indios y la lucha de Leonardo
DiCaprio con un oso, convirtieron a esta película en un verdadero clásico. Nadie va a discutir la importancia de El
renacido, pero la cinta Mad Max le pisa los talones por su potente ritmo y
adrenalina escénica casi perturbadora.
Mejor Actor: Ganará DiCaprio por supuesto. No sólo porque
lleva años mereciéndolo, sino porque los críticos se han puesto por fin de
acuerdo y la seguidilla de premios obtenidos en los Globos de oro y los Bafta
lo respaldan. Si, por cosas de la vida, la Academia sigue con su capricho de
ser políticamente correcta y le dan al Oscar al siempre sobreactuado Eddie
Redmayne, este premio se desprestigiaría aún más de lo que está.
Mejor actriz: Ganará la casi desconocida Brie Larson, quien
cautivó a la crítica con su soberbia actuación en la agobiante La habitación.
Debería ganar: El gran desacierto de la Academia fue la
ninguneada que le pegaron este año a Charlize Theron. Su papel en Mad Max,
donde enamoró a todos los que la vimos, ni siquiera le significó una nominación
al Oscar.
Mejor Director: Así no les guste a los gringos, el Oscar
tiene que ser para Alejandro González Iñarritu.
Gratificante para uno como espectador haber visto el crecimiento de este
mexicano que deslumbró al mundo hace casi veinte años con su Amores perros. Las
dudas que alguna vez generó su fórmula de hacer películas a punta de hilar
historias usando moralina de pegante como sucedió en 21 gramos y en la
inmamable Babel, se disiparon el año pasado con Birdman. Si gana este año será
el primer director en ganar Oscar en dos años consecutivos después de lo que
hiciera Jospeh L. Mankiewicz en 1950 con Todo sobre Eva.
Mejor Película extranjera:
Ganará: El hijo de Saúl. Asfixiante, claustrofóbica y, sobre
todo, original. Nadie esperaba que el tema de los horrorosos campos de
concentración pudiera dar para otra vuelta de tuerca. Su director, el húngaro
Lazlo Nemes, amenaza con ser el próximo Miklos Jancsó y lo demostró con esta hermosísima
(y penetrante) Ópera Prima.
Debería ganar: El hijo de Saúl. Ciro Guerra tuvo la mala
suerte de disputar este año con una de las películas europeas más importantes
de los últimos 25 años. Ya habrá tiempo para la revancha. Ciro Guerra tiene
juventud y, sobre todo, talento.
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