domingo, septiembre 29, 2013

La noche americana.

Por: Germán A. Ossa E.

Ha llegado un nuevo ciclo en el campo de los talleres de Apreciación Cinematográfica; se trata de rendirle un homenaje al Cine.

Al cine se le han dedicado muchas películas, muchos libros, muchos dramatizados y para el caso que nos ocupa, hemos seleccionado cuatro espectaculares cintas, con el fin de observar la mirada que sobre el cine, tienen grandes cineastas de todo el mundo.

Empezaremos con “La Noche Americana”, la bellísima cinta de Francoise Truffaut; luego “Splendor” esa hermosísima y sentida cinta del italiano Ettore Scola; después, la bella “Cinema Paradiso”, que antecede a la tenaz cinta “Ocho y medio” del extraordinario Fellini; para rematar con una latinoamericana: “La vida útil”, del famoso creador uruguayo Federico Veiroj.

“La noche americana” es una película francesa de 1973, dirigida y protagonizada por François Truffaut, junto a Jacqueline Bisset y Jean-Pierre Léaud en los papeles principales.

La historia narra las tribulaciones de un director de cine durante el rodaje de una película.

El filme toma su título de la técnica cinematográfica del mismo nombre, que consiste en la aplicación de un filtro oscuro sobre la lente de la cámara para simular que se rueda de noche.

En un estudio de cine en Niza se prepara el rodaje de la película “Je Vous Présente Paméla”, un melodrama lleno de lugares comunes. Los actores son Alexandre (Jean-Pierre Aumont) y Séverine (Valentina Cortese) estrellas de un tiempo pasado, Alphonse (Jean-Pierre Léaud), un galán joven y temperamental, con aires de divo, y una actriz británica, Julie Baker (Jacqueline Bisset).

Entrelazadas en el guion, van apareciendo situaciones reales de la vida de los actores y del equipo técnico, con sus conflictos personales, como el de Julie Baker, inestable debido a una crisis nerviosa causada por la controversia suscitada por su matrimonio con un médico mucho mayor que ella, padre de su ex esposo. O el de Alphonse, que amenaza con abandonar la filmación cuando su novia lo deja por uno de los técnicos. O a Alexandre, el veterano, muy profesional en sus escenas, pero nervioso e impaciente por ir a buscar a un muchacho al aeropuerto. La veterana estrella Séverine por su parte, tiene problemas con el alcohol y olvida los textos que tiene que decir, en una memorable escena de la película.

El desarrollo de la filmación se muestra a través de escenas entre el personal técnico y el director Ferrand (François Truffaut), que trabajan intensamente para entregar la película terminada en el tiempo estipulado.

Es una película llena de amor por el amor, de amor por el cine, de amor de un director a su trabajo y a la gente que lo acompaña. Es una de las más bellas películas hechas bajo la dictadura hermosa de la “Nueva Ola del Cine Francés”. Un verdadero homenaje al cine y a todos los que lo amamos.

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Próximo miércoles, 2 de octubre, a las seis y treinta de la tarde, en la sala alterna del “Santiago Londoño” de la ciudad de Pereira.

sábado, septiembre 21, 2013

Oliver Twist.



Por: Germán Ossa Escobar.

Esta es la  película que cierra el ciclo “Literatura y Cine” que hemos programado en el marco de los talleres de Apreciación Cinematográfica que llevamos a cabo en la Sala Alterna del Santiago Londoño y que auspicia el Instituto de Cultura de nuestra ciudad.


Bien sabemos que la literatura ha alimentado durante estos más de cien años de vida del arte en movimiento proyectado en una pantalla blanca y grande, al arte por excelencia, aunque también sabemos que el cine le ha dado material a la literatura para enriquecerla ostensiblemente. De hecho, el intelectual antioqueño Darío Ruíz Gómez, crítico de cine y de arte en general, habló hace algunos años de la “Cultura B”, esa que se hace con letras y palabras, cuando se narra, describe, habla, comenta y se produce, a partir de una o varias películas recién miradas. Tal y como sucede con el cuento del huevo y la gallina, uno no sabe qué es más importante, si el cine que se hace con base en una historia contada en una novela o unas historias, análisis, desciframientos, estudios psicológicos o demás, con base en una o varias películas recién vistas. Pero lo cierto del caso es que la literatura y el cine van de la mano y lo seguirán por años.


Al único que le ha ido mal siempre, ha sido a nuestro Nóbel Gabriel García Márquez, escritor, guionista, crítico de cine y estudioso refinado de la literatura universal, pues nada de lo que se ha hecho en cine con sus magníficas fantasías, realistas y mágicas, ha tenido un terminado feliz en la pantalla grande. Ni las hechas en México, en Colombia, en Cuba o con talento italiano. 


Pero bueno, nos interesa pensar en “Oliver Twist”, la cinta que veremos este miércoles a las seis y treinta de la tarde. Una película dirigida por William J. Cowen, en un perfecto blanco y negro (tonos intimistas que radiografían la conciencia de sus protagonistas), en la que, Oliver (Dickie Moore) un niño huérfano que le llevan a un orfanato y que debido al mal tratamiento que se le da, un día decide escaparse a Londres. Cuando llega a esa in mensa ciudad, conoce a Artful Dodger (Sonny Ray), quien le da acogida.  La inocencia de un niño de 10 años, lo hace (sin darse cuenta) adentrar en una banda de chicos carteristas dirigido por el malvado Fagin (Irving Pichel). Unos días después, una familia aristocrática lo acoge en su casa y muchas vidas cambian.


Una historia bien contada, perfectamente ambientada y posible. Podría servir de guía para hacer mundos mejores. Cosas que en general, puede hacer el cine si se lo propone.