domingo, diciembre 27, 2015

Gracias a mis cinéfilos.



Por: Germán A. Ossa E., Geross.

Gracias a muchos de los habituales lectores de esta columna, me animo a pensar en qué escribir cada semana, apostándole a encontrar algo que sea de sus gustos e interés. Pienso por ejemplo en «El gato», quien siempre me pone la tarea de recordar a los personajes que han hecho lo posible porque consideremos a ciertos directores, actores y bellas mujeres, como íconos de la cinematografía universal y por tanto, como personajes que debemos respetar en su condición de símbolos imborrables de la cultura contemporánea.  Y algunas veces le hemos dado gusto, aunque seguimos en deuda…



Hoy quiero agradecer a este puñado de amigos que han asistido a los Talleres de Apreciación Cinematográfica, que hasta este año -y ojalá los podamos continuar realizando- hemos llevado a cabo en la Sala Alterna del Teatro Santiago Londoño, todos los miércoles a las seis y treinta de la tarde. Amigos con quienes hemos compartido la historia del cine, los géneros, las escuelas, los estilos y las maneras de hacer cine de muchos grandes que ya han dejado huella de su existencia en el panorama cinematográfico universal.


A Don Guillermo Sánchez (Mi Rey), espectador permanente y fiel; Jabby Zuluaga, Gilberto Guarín y Horacio Aldana (fotógrafos de profesión) que desean ampliar sus conocimientos, mirando las distintas películas que programamos y que muestran diferentes maneras de retratar el mundo que nos rodea; a Francisco González (Pacho), Abel Herrera, Héctor Fabio López, Eduardo Toro, Mercedes Delgado, Carlos Gómez, Caliche, Juaco, Néstor Duque y  John Jairo Rodríguez, entre otros, que siempre, cada miércoles, a las seis y treinta pm, se animan a acompañarnos para disfrutar del mundo mágico del cine, que tantas cosas maravillosas nos deja apreciar, disfrutar y conocer para enriquecer nuestras miradas y maneras de concebir el mundo. Gracias y que ojalá podamos seguir disfrutando del cine el año que viene en el mismo sitio, los mismos días y en el mismo horario.

miércoles, diciembre 16, 2015

Cilco John Wayne.



Por: Germán A. Ossa E., Geross
 
Gracias a que las películas ya se guardan muy fácilmente en un disco compacto, uno puede darse el lujo de tener en su videoteca una colección de las mejores joyas hechas en cine a través de los años que han transcurrido desde que los hermanos Luis y Augusto Lumiere inventaron el Arte del Siglo XX. Por ello podemos también darnos el lujo de presentar en estos días de diciembre, durante los tres primeros miércoles de talleres de apreciación cinematográfica, tres preciosas películas del Oeste, con uno de los mejores actores que abordaron el género: John Wayne.

John Wayne (1907 – 1979), conocido popularmente como El Duque, fue un actor estadounidense que comenzó su carrera en el cine mudo en la década del 1920. Fue el símbolo de lo rudo y masculino, y fue un ícono estadounidense durante muchos años. Es memorable el timbre distintivo de su voz, su forma de caminar y su presencia física. También fue célebre su talante político conservador y su apoyo a las posturas políticas anticomunistas de la década de 1950. Tiene el récord de la mayor cantidad de papeles protagónicos en la historia del cine (142 personajes).

En 1999, el American Film Institute le otorgó el lugar número 13 en su lista de Las 100 Estrellas Más Grandes de Todos los Tiempos. Una encuesta Harris, publicada en el año 2007, le otorgó el tercer lugar entre los actores favoritos de los Estados Unidos, la única estrella ya fallecida de la encuesta y a la vez, la única estrella que había estado apareciendo en ella todos los años.

Su carrera fílmica comenzó en el cine mudo en la década de 1920, pero su éxito y fama se consolidaron entre las de 1940 y 1970. Su imagen ha quedado asociada, para muchos, con el género Western y con las películas de guerra, a pesar de que en realidad trabajó en muchos otros géneros (biografías, comedias románticas, dramas policíacos, aventuras. etc.).

Premios

Ganó un Óscar a mejor actor por su papel en la película “True Grit” (“Temple de Acero”) (1969). Muchos piensan que el premio fue otorgado en reconocimiento a sus 40 años de carrera, más que por su desempeño en este filme en particular, ya que tuvo mejores actuaciones en “Río Rojo” (1948), “La legión invencible” (1949 ) y “The Searchers” (“Más corazón que odio”). Wayne también estuvo nominado para mejor actor en “Arenas de Iwo Jima”, y la película “El Álamo” (1960) estuvo nominada para el Óscar a la mejor película, siendo productor de la misma. Él también dirigió el film “Boinas verdes” (1968), la única película hecha durante la Guerra de Vietnam en mostrar soldados norteamericanos a favor del conflicto.

Veremos entonces “Río rojo”, “7 pecados” y “El hombre tranquilo”, para homenajear a un símbolo del cine norteamericano de todos los tiempos.

Miluzka y sus superhéroes



Por: Germán A. Ossa E., Geross.
 
Quién sabe cuántas horas habrían pasado mientras este grueso número de bailarines se habían ocupado en ensayar este extraordinario montaje. Cuántas gotas de sudor caerían al piso de la sede de esta bella Escuela y cuántos golpes (leves o fuertes) se habrían dado los niños y/o jóvenes que hacen esta calidosa agrupación, para armar, tejer y  concebir  este montaje que a decir verdad, es como una película.

Pero como siempre, a nosotros los espectadores solo nos llega lo bueno, es decir, el producto ya elaborado, y simplemente nos toca adquirir una boleta de entrada; y en la sala, buscar una silla para disfrutar del espectáculo.

GRADUACIÓN

Cuando se apagan las luces en el  Teatro Santiago Londoño y la pantalla de la sala recibe un haz que se dispara desde una cabina de proyección para dar  vida a una serie de dibujos  (que son el “Comic”, el origen, la razón de ser de la historia que se contará con música y danza) que sirven para definirnos a los personajes que veremos en escena, ya de carne y hueso y llenos de color, la adrenalina se va posesionando de todos los cuerpos que habitan la sala.

Ese prólogo, inteligente, práctico, aclaratorio, hecho con una calidad suprema, arrastra de paso la ficha técnica que arma el espectáculo, ilustrando a los espectadores sobre qué y quiénes lo llevarán a la práctica. De un lado, los profesores, reconocidos bailarines que tienen un palmarés destacado y algunos alumnos sobresalientes, ocupan los papeles protagónicos y de otro, los muchos estudiantes, alumnos animados y sedientos, que vestidos como lo han indicado los coreógrafos (Karla, Luis Miguel y Kevin Tibocha), se posesionan de sus “papeles” de tal manera que lo hacen tan a carta cabal, como si fueran a obtener el título de bailarines profesionales. Es decir, con dicho espectáculo, los bailarines todos, se entregan tanto, que hacen que el evento se lleve a cabo con muy exquisita calidad. 

¿QUIÉNES SON?

Los Súper Héroes entonces  son: Kevin, Luis Miguel y Karla Tibocha (pura sangre de Luz Marina Ruíz); María Alejandra García, David Clavijo, Juan Carlos Morales, Alejandro Hernández, Paula Andrea Restrepo, Laura Correa, Marina Gasca, Valentina Pérez, Andrés Giraldo, Nathalia Henao y María Camila Marulanda y obvio, Luz Marina Ruíz, pues son ellos los que se visten de Capitán América, Red Skull, Batman, Joker, Hulk, Iron Man, Mandarín y otros tantos personajes fantásticos inventados por esos autores de historietas que tienen como misión salvar el mundo. Aunque algunos lo quieran joder.

Con esta puesta en escena, Miluzka desea rendir homenaje a todos aquellos gigantes anónimos que día a día construyen futuro, mediante la fortaleza del trabajo, el amor por la familia y esta hermosa tierra.

Partimos desde la confianza en sí mismos y en el otro, el respeto por la naturaleza, la construcción de objetivos enfundados en los valores, compartiendo las bendiciones que iluminan el camino, aportando un grano de arena que ayude a contagiar las buenas acciones”.

EL CUERPO HECHO ARTE

Uno no sabe cómo se arma una puesta en escena como ésta. Deben sucederse una serie de ideas, de propuestas, las que se ponen a consideración del grupo y de allí van saliendo planes y proyectos que se van decantando hasta concretarse en una sola palabra y este año, el grupo, Miluzka, profesores, estudiantes, directivos y directora, se animaron por llegar a la famosa SUPERHÉROES y todo se puso a girar a su alrededor. Ya luego, y como todos tienen el cuerpo como medio para escribir en un escenario las historias con mucha elegancia, se animaron para construir esta película que solo en vivo, al calor de la música seleccionada, con una escenografía perfecta que describe la ciudad gótica propia de su hábitat primario, con un perfecto juego de luces de colores y armados con bellísimos vestidos que describen los personajes famosos, nos transportan a ese mundo que nos roba para siempre dos horas de nuestras vidas, haciéndonos ver el mundo como si fuera un sueño también de mil colores y lo mejor, posible.

Solo quisiera sugerir una cosa: que nadie en la puesta en escena haga intervención alguna, pues sus voces se entrecortan por la fatiga del esfuerzo de la danza perfecta y además porque los bailarines deben hacer eso y no más. Lo que ellos expresan cuando hablan, corta la dinámica de la historia y lo que ha de insinuarse, puede sencillamente aparecer en un intertítulo, como un letrero, en la pantalla de fondo, para que los artistas, sigan llenando el escenario con la magia de su cuerpo, que de por sí es fundamental, pues ellos están hechos de danza, disciplina, respeto y amor. Y nosotros, los espectadores, así lo reconocemos.