miércoles, diciembre 16, 2015

Miluzka y sus superhéroes



Por: Germán A. Ossa E., Geross.
 
Quién sabe cuántas horas habrían pasado mientras este grueso número de bailarines se habían ocupado en ensayar este extraordinario montaje. Cuántas gotas de sudor caerían al piso de la sede de esta bella Escuela y cuántos golpes (leves o fuertes) se habrían dado los niños y/o jóvenes que hacen esta calidosa agrupación, para armar, tejer y  concebir  este montaje que a decir verdad, es como una película.

Pero como siempre, a nosotros los espectadores solo nos llega lo bueno, es decir, el producto ya elaborado, y simplemente nos toca adquirir una boleta de entrada; y en la sala, buscar una silla para disfrutar del espectáculo.

GRADUACIÓN

Cuando se apagan las luces en el  Teatro Santiago Londoño y la pantalla de la sala recibe un haz que se dispara desde una cabina de proyección para dar  vida a una serie de dibujos  (que son el “Comic”, el origen, la razón de ser de la historia que se contará con música y danza) que sirven para definirnos a los personajes que veremos en escena, ya de carne y hueso y llenos de color, la adrenalina se va posesionando de todos los cuerpos que habitan la sala.

Ese prólogo, inteligente, práctico, aclaratorio, hecho con una calidad suprema, arrastra de paso la ficha técnica que arma el espectáculo, ilustrando a los espectadores sobre qué y quiénes lo llevarán a la práctica. De un lado, los profesores, reconocidos bailarines que tienen un palmarés destacado y algunos alumnos sobresalientes, ocupan los papeles protagónicos y de otro, los muchos estudiantes, alumnos animados y sedientos, que vestidos como lo han indicado los coreógrafos (Karla, Luis Miguel y Kevin Tibocha), se posesionan de sus “papeles” de tal manera que lo hacen tan a carta cabal, como si fueran a obtener el título de bailarines profesionales. Es decir, con dicho espectáculo, los bailarines todos, se entregan tanto, que hacen que el evento se lleve a cabo con muy exquisita calidad. 

¿QUIÉNES SON?

Los Súper Héroes entonces  son: Kevin, Luis Miguel y Karla Tibocha (pura sangre de Luz Marina Ruíz); María Alejandra García, David Clavijo, Juan Carlos Morales, Alejandro Hernández, Paula Andrea Restrepo, Laura Correa, Marina Gasca, Valentina Pérez, Andrés Giraldo, Nathalia Henao y María Camila Marulanda y obvio, Luz Marina Ruíz, pues son ellos los que se visten de Capitán América, Red Skull, Batman, Joker, Hulk, Iron Man, Mandarín y otros tantos personajes fantásticos inventados por esos autores de historietas que tienen como misión salvar el mundo. Aunque algunos lo quieran joder.

Con esta puesta en escena, Miluzka desea rendir homenaje a todos aquellos gigantes anónimos que día a día construyen futuro, mediante la fortaleza del trabajo, el amor por la familia y esta hermosa tierra.

Partimos desde la confianza en sí mismos y en el otro, el respeto por la naturaleza, la construcción de objetivos enfundados en los valores, compartiendo las bendiciones que iluminan el camino, aportando un grano de arena que ayude a contagiar las buenas acciones”.

EL CUERPO HECHO ARTE

Uno no sabe cómo se arma una puesta en escena como ésta. Deben sucederse una serie de ideas, de propuestas, las que se ponen a consideración del grupo y de allí van saliendo planes y proyectos que se van decantando hasta concretarse en una sola palabra y este año, el grupo, Miluzka, profesores, estudiantes, directivos y directora, se animaron por llegar a la famosa SUPERHÉROES y todo se puso a girar a su alrededor. Ya luego, y como todos tienen el cuerpo como medio para escribir en un escenario las historias con mucha elegancia, se animaron para construir esta película que solo en vivo, al calor de la música seleccionada, con una escenografía perfecta que describe la ciudad gótica propia de su hábitat primario, con un perfecto juego de luces de colores y armados con bellísimos vestidos que describen los personajes famosos, nos transportan a ese mundo que nos roba para siempre dos horas de nuestras vidas, haciéndonos ver el mundo como si fuera un sueño también de mil colores y lo mejor, posible.

Solo quisiera sugerir una cosa: que nadie en la puesta en escena haga intervención alguna, pues sus voces se entrecortan por la fatiga del esfuerzo de la danza perfecta y además porque los bailarines deben hacer eso y no más. Lo que ellos expresan cuando hablan, corta la dinámica de la historia y lo que ha de insinuarse, puede sencillamente aparecer en un intertítulo, como un letrero, en la pantalla de fondo, para que los artistas, sigan llenando el escenario con la magia de su cuerpo, que de por sí es fundamental, pues ellos están hechos de danza, disciplina, respeto y amor. Y nosotros, los espectadores, así lo reconocemos.   

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