viernes, octubre 13, 2017

Ronda bajo el sol.

Por: Nelly Arias de Ossa.



Siempre voy al Encuentro Nacional de Críticos y Periodistas de Cine que se lleva a cabo en el marco de las fiestas de la cosecha de nuestra ciudad. Uno de los eventos emblemáticos. Mi pasión por el cine es infinita y mi fervor hacia las buenas películas, es eterno. Este encuentro, esta cita, este aquelarre semiótico, es a decir verdad, una experiencia fantástica, única. Ahora en esta vigésima versión, nos enteramos que es el único acontecimiento cultural que se realiza en Colombia alrededor de la crítica de cine y de los pocos que se suceden en Latinoamérica. 



Tuvimos oportunidad de escuchar de los labios del crítico venezolano Alfonso Molina, una disertación impecable sobre la crítica de cine de su país y nos gustó mucho saber que este intelectual le solicitó a los críticos colombianos, pertenecer a la Asociación Colombiana de Críticos de Cine, si se creaba en este encuentro, lo que parece, fue un hecho. Las dos cosas, el crítico será miembro de la Junta Directiva de la asociación y esta tuvo una feliz aprobación por parte de todos sus participantes.

La realizadora de cine documental argentina, María Amelia Dinova Castro, nos dejó ver su sensible trabajo cinematográfico "Día de la Memoria" (24 de marzo de 2006), el que denuncia la fecha de los torturados y desaparecidos por la Junta Militar argentina sobre un trasfondo musical en la voz del revolucionario León Gieco; el cubano Luciano Castillo nos regaló una extraordinaria conferencia sobre el Cine que sí se hizo en Cuba, con textos de nuestro Nobel de Literatura Gabriel García Márquez y el caricaturista, dibujante, pintor, actor y cineasta ecuatoriano residenciado en los Estados Unidos, Enrique Pilozo, nos dejó ver sus fabulosos cortometrajes de ficción y animación y su interesante largo "Los Dibujantes", en el que entrevista en sus estudios y talleres, a más de cincuenta ilustradores de Uruguay, Argentina, Colombia, Cuba, México, Brasil, Ecuador y España.

Los demás invitados, más de veinte, nos encantaron con sus historias, sus descubrimientos, sus análisis, sus estudios y sus profundas opiniones, sobre el cine y la literatura, temas amplios que en sus voces, se tradujeron en una ensoñadora experiencia y cátedra fundamental para la formación de nuestros análisis posteriores.

Como siempre, quiero dar las gracias a Geross (Germán Ossa) mi amigo por su esfuerzo y tenacidad, por su dedicación, por su disciplina y sobretodo, por persistir en la tarea de enseñarnos a ver cine, a querer el arte del siglo veinte, por mostrarnos cines diferentes y regalarnos sus conocimientos que lo hace sin esperar nada a cambio.

Gracias le doy a las personas e instituciones que lo apoyan en esta lucha y que ojalá, para los años venideros, no se torne en esa angustia que le sentimos experimentar cuando van llegando estas fechas, que debieran ser de puro relax.

Qué viva el buen cine y sobretodo, la literatura que surge del mismo.

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