lunes, diciembre 02, 2013

Cine clásico



Por: Germán Ossa E.

Muchas veces me he encontrado con personas que me abordan para hacerme esa pregunta: ¿Qué es para usted cine clásico? Y a decir verdad, no he encontrado hasta ahora, aun después de muchísimos años de ver y enfrentar  películas de todo tipo, una respuesta certera, convincente, que satisfaga tanto a quienes lo desean saber, como a mí, que soy tan apasionado al arte más nuevo que el hombre inteligente haya podido inventar.

Toda la vida me ha descrestado el teórico e investigador Eduardo Russo, pues desde que publicó su extraordinario libro “Diccionario del Cine”, nos ha ayudado mucho a descubrir y redescubrir, el significado de muchas palabras, conceptos y teorías que sobre el cine se ponen en el camino de la imaginación y la inteligencia.

En este hermoso e interesante libro, en la página 62, respondiendo a esta inquietud dice: “Lo clásico es algo más que una etapa histórica en el siglo del cine. Es un modo estilístico, basado en cierta idea de estabilidad en las formas y de predominio de la lógica narrativa en el armado de una película. De funcionalidad en el estilo visual y sonoro, de ideal de  transparencia en la narración, como si el espectador asistiera al relato como testigo presencial y privilegiado de los acontecimientos”. Pero no contento con esa pequeña y un poco confusa definición, el teórico Russo publicó hace cinco años, un muy extraordinario (ya clásico) libro que tiene por objeto complementar su concepción sobre este concepto, con el título “El cine clásico; Itinerarios, variaciones y replanteos de una idea”. Allí, en 180 páginas, muy bien sustentadas, nos aproxima fuertemente al entendimiento de esta colección de apreciaciones.

Un poco en síntesis, llega uno a pensar que una cinta clásica, en términos generales, es esa que es capaz de poner de acuerdo a diversos tipos de públicos, con muy variadas formaciones, ideologías, creencias y gustos, en el mismo disfrute y goce,  de una historia que se contó en imágenes que viajan para todos lados, allá en una pantalla gigante y blanca, casi que obligando a los mismos, a no permitir que ella, se borre jamás de sus memorias.

Independiente de su nacionalidad, de su época, de su intención teórica, un clásico es ese filme que queremos ver más de una vez y del cual sentimos envidia por no haber sido nosotros los que lo hicimos.

Un verdadero clásico cinematográfico, es ese sueño hermoso que aún habiéndolo tenido uno, otro lo hizo, con sus propios actores y con sus propias cámaras tomavistas.  

1 comentario:

  1. Qué bueno eso de un Encuentro de críticos de cine. Recibí su correo. Saludos. Estamos en contacto.

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