domingo, agosto 07, 2011

Corto; luego existo.

Breve descripción de la exhibición del cortometraje.
Por: Felipe Moreno Salazar

El movimiento de cortometrajes en el mundo es global, hace tangibles la interculturalidad y eficacia comunicativa del arte audiovisual, impulsa el desarrollo expresivo de las imágenes en movimiento, fortalece cinematografías nacionales y continentales; contiene todos los elementos sociales, económicos y profesionales de una expresión artística y cultural contemporánea.

Los cortometrajes pueden ser vistos en las ventanas propias del material audiovisual: muestras y festivales, cadenas de salas de cine, lugares de estudio y exhibición (desde cinematecas a centros de arte digital), televisión e Internet. 

En España existen más de 300 eventos, 60 destacados. Alcine, de Alcalá Henares, tiene 41 años y el de Huesca, 39 años. Cada país de la Unión Europea tiene mínimo treinta festivales para el formato, más los de Asia, Norteamérica, Latinoamérica y África.

Los cortometrajistas colombianos pueden acceder a 61 festivales internacionales por medio de la convocatoria de estímulos automáticos del Fondo de desarrollo cinematográfico .

En Colombia la programación de festivales y muestras tiene aproximadamente un sesenta por ciento de cortometrajes. Eventos especializados o grandes circuladores del formato son: Cine a la calle (Barranquilla), El Espejo (Bogotá),Invitro Visual (Bogotá), Surrealidades (Bogotá), los Festivales de Popayán, Villa de Leyva, Neiva, Manizalez, Pasto, Loop, el Encuentro Nacional de criticos de Cine de Pereira y La Caja de Pandora de Santa Fe de Antioquia. Festivales experimentales como el de Tunja, Cine Toro y Experimenta Colombia y los festivales “grandes“ como: Bigocine, Cartagena y Cali. En las muestras destacan por su continuidad: Ojo de Gato en Neiva, Estudios Takeshima e Intravenosa en Cali. Ojo al sancocho en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá, el Festival de cine y video comunitario de Aguablanca en Cali y La Muestra Audiovisual de La Comuna 13 en Medellín, hacen real el audiovisual local y comunitario. 

En las cadenas de salas de cine se pueden ver cortometrajes antes de los largometrajes. Los exhibidores al presentar cine corto disminuyen 6.25% del 8.5% que deben aportar al fondo del desarrollo cinematográfico. Algunos cortos puestos en esta ventana están producidos por los mismos exhibidores y se rotan desde la cadena de cine más grande a la más pequeña; todos los productos exhibidos son de siete minutos. En esta medida existe un antecedente de beneficio a la empresa cultural dado a los exhibidores, algo entendible para quienes desarrollen el proceso de formación de públicos abriendo nuevos mercados; pero no para comerciantes que inundan las pantallas con un solo tipo de producto. 

Los lugares de estudio del audiovisual, los cineclubes y cinematecas, como la Cinemateca del Caribe y la Cueva en Barranquilla, la Cinemateca Distrital de Bogotá, el Centro Colombo Americano de Medellín y La sala la Tertulia de Cali, son exhibidores normales del formato. 

En televisión existe (sin un futuro claro) Opera Prima de Señal Colombia, La otra Mirada de Canal Caracol y El Espejo, que se emite en canales regionales y comunitarios. Canal U, Canal Une y Canal Zoom, han lanzado convocatorias de cortometrajes para programas de televisión, que todavía no están siendo emitidos.
En Internet existe la más amplia oferta de cortometrajes: múltiples realizadores utilizan las redes sociales y los servidores de vídeo para dar a conocer sus obras. La tarea es navegar para descubrir el material valioso.

Los cortometrajes son indispesables por las apuestas estéticas, las búsquedas de lenguaje y la definición de nuevos talentos. Son tan importantes como los largometrajes en el audiovisual. El cine en una discusión en plano secuencia podría decir: Corto; luego existo.

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