Por: Germán A. Ossa E.
Hay dos canales de televisión en nuestro país
que no creen que en Colombia hay capacidad para crear historias puras, blancas,
finas, inteligentes, que llenen el espíritu de los habitantes que son fieles a
la tv colombiana. Están empecinados en meternos, a la brava, cientos de
historias llenas de narcotráfico, prostitución, paramilitarismo y corrupción.
Como si los noticieros, los diarios y la radio, no fueran portadores suficientes de estas historias e información.
Hay un deseo morboso por parte de estos dos canales, los más poderosos económicamente y que apoyan y financian nuestro
cine, de rendirle pleitesía y tributo a esos nefastos personajes que han
dañado la imagen de nuestro país a nivel universal, para obligarnos a
concebirlos (y he ahí el error) como los héroes y personajes que han hecho,
determinado, construido y consolidado nuestra historia.
No es suficiente “El Capo 1”, más “El Capo
2”, más “Sin tetas no hay paraíso”, más “Los Victorinos”, más “Pablo, el Patrón del
mal” y otra decena de largas historias que nos muestran y nos enseñan las
trampas que hay que hacer para volverse multimillonario, robar, matar y delinquir, para volverse mundialmente famoso o el personaje que nadie podrá olvidar….. Hay
que seguir.
Estos canales son tan hábiles, que penetran un festival de cine como el de
Cartagena, para premiar año tras año a sus actores, sus guionistas, sus directores y demás
“genios”. ¡Y a bien que lo hacen! Este año por ejemplo, el
público cartagenero acabó con las manos rojas de aplaudir a los
“genios” que hicieron, según cuentas, “a la perfección”, la tierna historia
“Pablo, el patrón del mal”, donde se mostró -con publicidad en la emisora “La W”
de Julio Sánchez Cristo, el programa “La Luciérnaga”, la prensa escrita de
corte nacional y miles de emisoritas de medio pelo en nuestro país- que este
personaje prácticamente se hizo malo, porque la sociedad lo corrompió y que en
el fondo, haciendo bien las cuentas, fue más lo bueno que entregó, que lo malo
que mostraron en cierta forma, los
amarillentos diarios de este país, que
de golpe alguna vez, se le encomendara
al Sagrado Corazón de Jesús.
Y para refrescarle la memoria amable lector, le dejo aquí la
lista de los premios que le dieron a esta serie que viaja con éxito por muchos
países del mundo, mostrando a ese maravilloso ser humano, que tan notablemente se encuentra dando la cara por todos
nosotros (los que lamentablemente no pudimos ir a aplaudir a la Ciudad
Heroica): Mejor Adaptación de Obra Literaria
o Libreto para Telenovela; Mejor Serie o
Miniserie; Mejor Director de Serie o
Miniserie; Mejor Actriz Protagónica de
Serie o Miniserie; Mejor Actor Protagónico de Serie o Miniserie; Mejor Actriz de Reparto de Serie o Miniserie;
Mejor Fotografía de Serie o Miniserie; Mejor Arte de Serie o Miniserie; Mejor Edición de Serie o Miniserie y Mejor
Banda Sonora de Serie o Miniserie.
Lamentablemente no hay allí, un premio al buen ejemplo, porque
también -estoy casi seguro- lo recibiría uno de tantos personajes nefastos que
allí laboran y que se empecinan por idolatrar a todos nuestros tinieblos
personajes, con los que se puede hacer dinero fácil, interpretando a toda
cabalidad a un hombre que “mata y come
del muerto” .
Gracias a Dios ya viene la historia de los Castaño. ¡Qué
esperanzas! !He ahí el talento colombiano!
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