lunes, marzo 12, 2018

¿Por qué Van Gogh?




Por: Germán A. Ossa E., Geross.

Hoy el mundo entero se encierra a ver en televisión lo que serán los premios que se otorgarán a las cosas que se hicieron en cine el año inmediatamente anterior. Yo, por ejemplo, no saldré como lo hago de costumbre a ver mercancías que no me interesan en un Centro Comercial de la ciudad, pues destinaré las tres horas que esta ceremonia se tarda en su transmisión para conocer de viva voz de sus protagonistas lo que en los periódicos de todas las latitudes mostrarán mañana como lo mejor del cine hecho el año pasado, sobre todo en Los Ángeles.

Trece nominaciones para “La forma del agua” advierte que Guillermo del Toro el mejicano, se llevará esa estatuilla dorada a casa por ser el mejor director y de golpe, otras dos por su guion y mejor película. Y Don Christopher Nolan retumbará en ese teatro por sus 8 nominaciones a “Dunkerke”, un bello trabajo sobre la fea guerra. Sally Hawkins puy probablemente se animará a meter en su cartera la estatuilla a mejor actriz por “La forma del agua”, si la guapa Meryl Streep la deja, pues su rol en “Los archivos del Pentágono” vuelve y la pone en el cielo.

Daniel Day Lewis, extraordinario siempre, se sobra como mejor actor en “El hilo invisible”, pero lo corretea de pronto el gran Gary Oldman, aquí gordo, haciendo de Churchill en “El instante  más oscuro”.

Pónganle atención a Willem Dafoe, el feo, que se sobra en su papel de papá angustiado en “El proyecto Florida”. Genial.

En esa extraña categoría Mejor película extranjera, o cinta hablada en un idioma diferente al inglés, nos gusta la chilena “Una mujer fantástica”, esa que ya ganara un Oso de Plata en Berlín (guion), un Goya en España como mejor película Iberoamericana, tres premios Fénix y la nominación a mejor cinta extranjera en los pasados Globos de Oro. Está muy cerca.

Pero nos gusta, nos encanta, nos llena la vida y el alma, la hermosísima cinta “Loving Vincent”, muy por encima de “Coco”, que es bonita es verdad, porque es una película diferente, arriesgada, tenaz, mágica, compleja y emocionante.

Polonia y el Reino Unido son sus dueños. Su directora, Doña Dorota Kobiela le trabajó durante más de cinco años, intentando hacer la primera película animada completamente pintada al óleo. No en vano la conforman 65.000 tomas a un trabajo manual realizado lentamente por 125 pintores que se seleccionaron entre más de 5.000 aspirantes, quienes contaron al mundo espectador una parte de la biografía del impresionista Van Gogh, relacionada con las circunstancias que rodearon su muerte, en una narración propuesta a partir de la muerte del cartero que entregabas las cartas escritas por su hermano Theo y que se adentra en una inteligente investigación.
Ya fue nominada al Globo de Oro este año; ganó el Premio a Mejor Película Animada en la 30 Edición de los Premios del Cine Europeo en Berlín, es justo que se lleve a casa, esa estatuilla que le ayudará a convertirse en un documento fundamental para la historia del arte universal.

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