jueves, febrero 12, 2015

Ojo con el cine: Kirk Douglas.



Por: Germán A. Ossa E., Geross.


Esta semana corrió un rumor de la muerte de este grande del cine. No es verdad. Está viejo, pero está vivo. Es una leyenda que regaña todavía a Michael, su hijo. Horacio Aldana, mi amigo, me lo recordó y he querido hacerle este reconocimiento escribiendo unos renglones de este hombre que hizo de Van Gogh en una cinta, y del gladiador que liberó a muchos esclavos como Espartaco, en otra joya del cine.

Sus padres eran judíos bielorrusos, origen que le causó inconvenientes por la influencia del macarthismo dentro y fuera de su profesión. Desde pequeño se destacó en los deportes, en especial en lucha libre, desarrollando su físico, y en las artes escénicas fue gran actor y significativo director. Se graduó en letras en la Universidad de St. Lawrence. En Nueva York, consiguió una beca en la Academia Norteamericana de Arte Dramático, lugar en el que permaneció hasta 1939, con 23 años de edad.

Al ser licenciado con honores, y en casa de una amiga, hojeó una revista de modelos, donde aparecía una hermosa modelo y actriz llamada Diana Dill, la cual acabaría por ser su esposa en 1943, y con la que tendría dos hijos: Michael y Joel.

En 1947, a los 30 años de edad, y ya con una cierta fama cosechada en Broadway, Lewis Milestone le propone un papel significativo en el film “El extraño amor de Martha Ivers”, donde se revela como un actor de carácter.

En 1949 interpreta a un boxeador en la película “El ídolo de barro”, de M. Robson, y que le vale la nominación al Óscar como mejor actor. Kirk se hizo conocido por su temperamental carácter y sus ideas de izquierda, que le granjearon enemistades dentro de la alta cúpula de Hollywood y frenaron su carrera y reconocimientos justificados.

Fue nominado en tres ocasiones para un premio Óscar de la Academia, aunque nunca lo ganó debido a sus conocidas tendencias izquierdistas; sin embargo, fue galardonado en 1996 con un Oscar honorífico por sus 50 años de dedicación a la industria del cine.

Muchos filmes que realizó son épicos, pero la más famosa y destacable es su actuación en “Espartaco”, de Stanley Kubrick, junto con las no menos magistrales actuaciones de Peter Ustinov, Charles Laughton y Jean Simmons. Las interpretaciones de Kirk Douglas son intensas y convincentes.

Otra de sus famosas actuaciones y para la que fue nominado para Mejor Actor por tercera vez fue en “El loco del pelo rojo”, donde caracteriza al pintor Vincent Van Gogh y donde actuó Anthony Quinn. Curiosamente, Quinn sí ganó la estatuilla, como Mejor Actor secundario, por unos pocos minutos de actuación; ese fue un golpe bajo para Douglas.

Su fama es comparable a la de actores como Sir Laurence Olivier y Anthony Quinn. Dio a cada uno de sus filmes una marca distintiva donde la fuerza de sus actuaciones daba a cada film un renombre. Además codirigió varias películas y sostuvo un singular pleito con Stanley Kubrick por la producción de algunas de sus películas, lo que le restó fuerza en Hollywood y de hecho le sesgó en todas las nominaciones a premios.

Intervino tanto en comedias como en dramas y ha encarnado personajes duros pero de fondo muy vulnerable: “El ídolo de barro” (M. Robson, 1949), “Brigada 21” (W. Wyler, 1951), “Cautivos del mal” (V. Minnelli, 1952) y “Otra ciudad, otra ley” (J. Kanew, 1986).

Es, aunque ya viejo, un genio. Como su hijo.

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