Por: Germán A. Ossa E., Geross.
En 1953, después de participar en
películas de bajo presupuesto, la actriz tuvo un papel protagonista: Rose en
Niágara. Y fue así porque lo pidió el entonces presidente de la Twenty Century
Fox, Darryl F. Zanuck. Así fue como Marilyn Monroe sustituyó a Anne Bancroft y
consiguió críticas dispares: unos decían que no estaba a la altura del papel y
otros quedaron eclipsados por su explosiva belleza. A modo de curiosidad, cabe destacar
que los famosos cuadros de Andy Warhol sobre Marilyn tienen como modelo una
imagen promocional de esta película.

La actriz protagonizó junto a Jane
Russell la película «Los caballeros las prefieren rubias»
(1953). Allí interpretó a Lorelei Lee, una cantante y bailarina. Su trabajo en
este filme recibió buenas críticas y su interpretación del número musical «Diamonds
Are a Girl's Best Friends» se convirtió en un clásico de los musicales, siendo
recreada décadas después por Madonna. En ese mismo año, Marilyn trabajó con
Lauren Bacall y Betty Grable en How to Marry a Millionaire (Cómo casarse con un
millonario). En esta comedia interpretó a Pola, una modelo que junto a sus
amigas alquila un lujoso departamento con el objetivo de atraer acaudalados
desprevenidos para casarse con ellos. La película obtuvo críticas positivas y
buena recaudación, y nuevamente la actuación de Monroe recibió buenas reseñas.
En 1954 la actriz apareció en la
película de Otto Preminger, River of No Return (Río sin retorno), junto a los
actores Robert Mitchum, Rory Calhoun, Tommy Rettig y Murvyn Vye. Se trató de un
western en el que ella interpretó el papel de una cantante de saloon que conoce
a un rudo vaquero, con el que vive distintas aventuras. La película obtuvo
críticas negativas y no le fue bien financieramente. En ese mismo año actuó en
There's No Business Like Show Business (Luces de Candilejas), una comedia
musical donde compartió escena con Ethel Merman, Donald O´Connor y Mitzy
Gaynor. La película recibió críticas negativas y no tuvo una buena recaudación.
Posteriormente rechazó filmar una película con Frank Sinatra por no estar
conforme con el argumento y con el salario que recibiría. Esto hizo que el
estudio para el que trabajaba la suspendiera durante un breve temporada,
durante la que permaneció alejada de la actuación, aunque realizó
presentaciones como cantante en Japón para entretener a las tropas
estadounidenses. Hay una foto famosa donde ella no aparece, pero se sabe que
era a ella a la quien pretendían fotografiar.
El próximo miércoles la veremos en la
sala alterna del Teatro Santiago Londoño, como prueba de que esta mona
terrible sigue vive.
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